La clave para conseguir abandonar la zona baja está, además de en la ilusión, “en el apoyo que vamos a tener seguro de la afición y en el trabajo de todos”. En cuanto a los futbolistas, comentó que se ha encontrado un vestuario “tocado en el orgullo, porque no está hecho para vivir esta situación” pero ha visto en sus pupilos “una predisposición extraordinaria”.
Sabe que en la actualidad el FC Cartagena tiene “carencias”, pero “vamos a intentar ponerle parches al barco, que está haciendo agua en algunas cosas”. ¿Cómo? Según Calero, “yendo todos juntos esas deficiencias las vamos a suplir”. Así se imagina un FC Cartagena “competitivo, que sepa lo que hace en todas las fases del juego y del que se sientan orgullosos sus aficionados”. Preguntado por su imagen de perfil defensivo, declaró que “la perspectiva” hacia él está distorsionada: “He trabajado en el Real Madrid, en el Oporto y en la selección. Decir que no me gusta el balón es irreal. Quizá no soy ese entrenador que mastique en exceso, pero me gusta llegar al campo rival”.
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