Entre olas y pases: El FC Cartagena se entrena en un ambiente costero

El FC Cartagena se prepara con intensidad en la playa de La Manga"





El sábado por la mañana, el equipo del Cartagena se levantó con renovada energía después del encuentro inaugural de su pretemporada contra el Birmingham. Aunque lamentablemente perdieron por 1-2, los jugadores dejaron una buena impresión, especialmente en la segunda mitad del partido. Con la intención de seguir mejorando, el equipo regresó al trabajo sin perder tiempo. 

La sesión matinal se llevó a cabo en una hermosa playa ubicada en La Manga del Mar Menor, un lugar conocido por sus impresionantes paisajes costeros en la región de Cartagena. El sol brillaba y la brisa marina soplaba suavemente mientras los futbolistas se dirigían al campo de entrenamiento improvisado en la arena. El ritmo de trabajo fue suave, como es habitual después de un partido. Los jugadores, vestidos con ropa deportiva y zapatillas, calentaron con ejercicios de estiramientos bajo la supervisión de los preparadores físicos. La sensación de la arena bajo sus pies añadía un desafío adicional para equilibrarse y fortalecer los músculos estabilizadores.

Una vez calentados, los jugadores formaron grupos y se dispusieron a ejercitar su técnica con el balón. Pequeños juegos de pases, control y regate fueron la base de esta sesión de entrenamiento. El objetivo era mejorar la precisión y la coordinación en un ambiente más relajado y distendido. El sonido del balón golpeando los pies y los gritos de ánimo resonaban en la playa. Los jugadores mostraban una gran camaradería y motivación mientras competían entre ellos y se ayudaban mutuamente para perfeccionar sus habilidades. Los entrenadores estaban presentes en todo momento, brindando consejos y correcciones para garantizar el progreso individual y colectivo del equipo.

A medida que avanzaba la sesión, el sol se elevaba en el cielo, llenando el ambiente de una cálida energía veraniega. Los jugadores aprovechaban los descansos para hidratarse y disfrutar de la brisa marina que les acariciaba el rostro. Aunque el trabajo era suave, el compromiso y la dedicación de cada jugador eran evidentes en cada movimiento. Al finalizar la sesión, los futbolistas se retiraron del campo con sonrisas en sus rostros. Habían completado una mañana de entrenamiento en un entorno idílico, fortaleciendo la unidad del equipo y preparándose para los desafíos futuros. El Cartagena estaba decidido a seguir mejorando y dejando una huella en la próxima temporada.

Con el sol en su cenit, el equipo se marchó de la playa con el conocimiento de que había trabajado arduamente y había dejado una buena impresión en su primer partido de pretemporada. A medida que avanzaban hacia el vestuario, los jugadores ya estaban pensando en los próximos desafíos que les esperaban y en cómo llevarían consigo la buena imagen mostrada en la segunda mitad del partido contra el Birmingham.

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